viernes, 5 de octubre de 2007

COCHABAMBA BAJO ATAQUE.......!

NUESTRA IRRESPONSABILIDAD.... LOS CHAQUEOS.

Criticar la irresponsabilidad de los países ricos que atentan contra el medio ambiente, entraría en contradicción si es que en el país propio se incurre en lo mismo.

CLICK AQUI PARA VER ALBUM DE LA HUMAREDA EN COCHABAMBA
Las invocaciones de expertos, profesionales, y de las más altas autoridades del país, sobre la conservación medio ambiental y la preservación de nuestros bosques como riquezas naturales de gran valor, caen en saco roto año que pasa y cuando se depredan miles de hectáreas.
La destrucción de estas áreas en las regiones de oriente, como Santa Cruz y Beni y en el trópico de Cochabamba, tiene que ver con la falta de políticas nacionales respecto a la explotación de la tierra en estas regiones.



El chaqueo en estas zonas, mediante la quema intensiva de bosques para ganar tierras es una práctica que se desarrolla en forma permanente, sin que ningún Gobierno, ni el actual, que proclama los cambios y la defensa de los recursos naturales, haya hecho nada, pese a los discursos y arengas para que los países ricos no sigan destruyendo la naturaleza. Aquí en Bolivia se depredan miles de recursos naturales y no siempre por acción de transnacionales, sino por la conducta de connacionales.
De acuerdo a datos oficiales en el país existen actualmente 12 mil incendios producidos por el chaqueo y la quema indiscriminada de pastizales y bosques.
Los campesinos recurren a esta práctica para rehabilitar la tierra para la agricultura y ganadería, no utilizan maquinaria porque es caro y prefieren, como ha dicho una autoridad, gastar 50 centavos en una caja de fósforos que 100 dólares en maquinaria.
Los chaqueos no sólo destruyen la riqueza de las áreas rurales, además acentúan el temido efecto invernadero y afectan la salud de las poblaciones con las humaredas.

fUENTE: http://www.opinion.com.bo/Portal.html?CodNot=5631&CodSec=2



¿Chaqueo o quema de pastizales?

Germán Huanca Luna / CIPCA

La quema de pastizales ha dado lugar a una intensa humareda en el cielo boliviano, sobre todo en la zona oriental de nuestro país. Muchos medios desinforman al afirmar que son los chaqueos los que están provocando las intensas humaredas que provocan afecciones respiratorias e impiden los vuelos de aeronaves, con ello se estaría apuntando directamente a campesinos e indígenas que se dedican a la actividad agrícola cuyo componente principal para el establecimiento de su cultivo es el chaqueo, que se inicia con la roza del monte, tumba y quema y claro, se esconden los millones de hectáreas que arden en nombre de la ganadería, una actividad que por su carácter extensivo, para su crecimiento requiere incrementar por cada cabeza de ganado bovino cinco hectáreas pastizales como demandan sus representantes.

La quema de pastizales, en la presente gestión ha sido muy sentida por pobladores rurales, como San Ignacio de Moxos, San Borja, Magdalena, San Ramón, San Joaquín y otras poblaciones, así como en ciudades intermedias como Riberalta y Guayaramerín en el Beni. Las razones para el incremento de la quema se debe primero, a que el sistema de producción de la ganadería en el Beni es extensiva, y por su naturaleza amplía permanentemente la frontera de pastizales y con ello el de mayores extensiones de tierra, sistema que también es usado en Santa Cruz. La quema, permite una regeneración de los pastizales para el sostenimiento de la ganadería vacuna como alimento básico, sin embargo requiere una reglamentación muy rigurosa debido a que los efectos ambientales que genera, que incluso han cobrado la muerte de indígenas Chiquitanos en Santa Cruz. Un segundo elemento, es la necesidad de mantener propiedad sobre la tierra, producto del proceso de saneamiento que estaría obligando a propietarios de estancias ganaderas a sentar presencia con la quema de pastizales.

Para tener una idea sobre la dimensión de la quema y el chaqueo vamos a comparar la quema en dos territorios de origen y una estancia ganadera. En Moxos, en las TCOs Territorio Indígenas Mojeño Ignaciano (TIMI) y Territorio Ingenia Multiétnico (TIM) existen alrededor de 1.000 familias indígenas, estas en promedio utilizan 1 hectárea para realizar su cultivo anual por ende llegan a chaquear unas 1.000 has al año, mientras esto sucede, solo en una estancia se quema 2.000 hectáreas. Para completar el panorama, la Superintendencia Agraria autorizó en el marco de la Resolución Ministerial 131/97 extendida por el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Planificación en la gestión 2001 un total de 97 solicitudes haciendo un total de 186.443 hectáreas solicitadas para la quema de pastizales solo para el departamento del Beni, de las 226.500 las hectáreas solicitadas para la quema a nivel nacional cuando en realidad se quemaron más de 500.000 hectáreas a nivel nacional. Para la gestión 2002, de un total de 1.126.482 has autorizadas, un 56.12% corresponde a áreas de pastizales, sin tomar en cuenta las áreas desmontadas para luego convertirlas en pastizales. En la gestión 2003 el total de pastizales que autorizó para la quema fue de 2 millones de hectáreas para todo el país, algo así como la mitad de todo un país como Holanda, o como todo el estado de Nueva Jersey en Estados Unidos o como todo un país como Haití. En la presente gestión, según los medios, esta superficie llegaría a sobrepasar los 4 millones de hectáreas.

La falta de responsabilidad sobre la quema llega hasta la situación de negar el hecho e incluso pedir apoyo gubernamental. Resulta curioso la solicitud de FEGABENI quien en su comunicado No. 208/04 luego de argumentaciones ambientales, justifiquen que la quema es realizada "por personas ajenas a la producción pecuaria", insinuando daños a la producción pecuaria y solicitando al gobierno la declaratoria de zona de desastre natural, exención de impuestos al sector ganadero, y compás de espera en el sistema financiero; situación que debe ser evaluada técnicamente antes de comprometer recursos estatales.

El incremento tan vertiginoso del nivel de quema, deja mucho que desear y pone en duda el rol de las superintendencias, creadas en octubre de 1994, a través de la Ley del SIRESE. ¿Si no nos sirve para protegernos, entonces para qué sirve?. En fin… cargar todo el peso de los 4 millones de hectáreas quemadas en el país sobre campesinos e indígenas y el chaqueo es una injusticia.

FUENTE: http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2002082830

1 Comment:

Anónimo said...

me senti indignada al ver las imagenes de nuestro linda cbba y como dia tras dia lo estamos matando poco a poco pero mas me reniega las imagenes que nostraste por que me apena ver ase la ciudad. felicidades por dar una informacion tan importante como es la del medio ambiente enserio felicidades ok y gracias por la informacion que brindas chau